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Tengas la edad que tengas, trabajar el suelo pélvico es muy importante. Más de lo que crees. Con los ejercicios de Kegel y un ejercitador como Mel, además de obtener beneficios para tu salud íntima, conseguirás mejorar tu vida sexual. Parece magia, ¿verdad?
Con el ejercitador de suelo pélvico Mel el entrenamiento es progresivo y completo. Lo que hace especial a este producto es que puedes abrirlo y graduar los pesos según tus necesidades. Además, Mel es más ergonómico y pequeño que las bolas chinas tradicionales, y gracias a su textura con estrías se sujeta mejor a las paredes de la vagina.
Para empezar rehabilitar el suelo pélvico y disfrutar de los beneficios del ejercitador Mel primero tienes que saber localizar los músculos del suelo pélvico. ¿Cómo? Cuando estés en el baño, corta el pis. Notarás cómo se contraen los músculos que quieres ejercitar. Eso sí, hazlo solo una vez para identificarlos.
Ahora que ya sabes localizar los músculos del suelo pélvico empieza a trabajarlos con la ayuda de Mel, que te da la opción de graduar el peso al cambiar las bolas de su interior. Empieza por usar Mel sin ninguna bola dentro (peso total: 19,5 g) hasta que puedas retenerlo cómodamente. Después, introduce la bola más pequeña (peso total: 29 g) y, si notas que la aguantas bien, aumenta el peso con la bola mediana (peso total: 37 g). Luego puedes combinar la bola pequeña con la mediana (peso total: 46,5 g) y, una vez controlado este peso, utiliza solamente la bola de mayor tamaño (peso total: 54,5 g).
Para cambiar el peso solo tienes que desenroscar las 2 mitades y colocar las bolas que elijas (o no poner ninguna).
Es importante que te asegures de que Mel está bien cerrado y de ponértelo como si fuera un tampón. No olvides dejar el hilo fuera para poder extraerlo.
Usar bolas chinas o un producto como Mel previene la incontinencia urinaria, mejora la lubricación natural, aumenta las contracciones de la musculatura pélvica en un orgasmo y con ello el placer... ¡Y muchas cosas más! Para beneficiarte de la utilización de estos productos tienes que estar en movimiento. Pero ¡ojo!, no es recomendable hacer esfuerzos físicos intensos como correr ni tampoco estar sin moverte, ya que si no, no harán efecto.
Basta con que uses Mel 15 minutos al día, de 1 a 4 meses (según el estado de tu suelo pélvico) para que disfrutes de todos los beneficios.
Es importante que no excedas el tiempo de uso diario recomendado, ya que puede ocasionar fatiga muscular.
Te damos algunos consejos extra para que saques el máximo partido del ejercitador Mel desde el inicio:
Ahora sí. ¿Estás preparadx para convertir a Mel en el mejor gimnasio para la rehabilitación de tu suelo pélvico?
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